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La constancia de Constantine

Desde la finca el Porvenir en San Juan de Rioseco (Cundinamarca), nació un emprendimiento que rescata uno de los productos más tradicionales de Colombia.
Desde la finca el Porvenir en San Juan de Rioseco (Cundinamarca), nació un emprendimiento que rescata uno de los productos más tradicionales de Colombia.Tomada de Instagram

Un artículo y entrevista como esta de el periódico El Espectador, no puede simplememente leerse y pasar por alto, sobre todo en lo referente a la educación y cultura de café, en todas las familias cafeteras de Colombia.

En particular también, cuando veo que este ha sido el origen y salida adelante de muchos alumnos, amigos y asistentes a nuestros cursos y en general todo aquel proyecto que hemos visto surgir, florecerer y prosperar.

Por esta razón y esperando sirva de motivación ejemplarizante, compartimos esta publicación, ahora que los talleres de tostión y catación se han convertido en indispensables. Talleres y cursos que sirvieron a Nicol Mariana Moreno y a su hermano para encontrar en el café y en la finca de sus abuelos, el futuro de su familia y de toda una importante región cafetera.

Amor de familia en cada grano de café

“Cuando éramos pequeños pasábamos todas las vacaciones en la finca de mis abuelos, recogiendo café y nos nos gustaba ir. Sinceramente, nunca nos había interesado el trabajo en el campo porque pensábamos que las oportunidades estaban afuera, en la ciudad. Esa mentalidad me cambió cuando empecé a sumergirme en este maravilloso mundo”, cuenta en una conversación de WhatsApp, Nicol Moreno, nieta de la 3ra generación de la familia que formaron Constantino Melo y Evangelina Lezcano, sus abuelos.

En 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos, Nicol recuerda como aterrizó su idea de negocio, cuál fue su principal motivación y cómo ha logrado que Constantine Café pasara de vender $13.000.000 a $72.000.000 anuales.

1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?

Mi nombre es Nicol Mariana Moreno, tengo 27 años y realice doble titulación: Finanzas y Comercio Internacional y Negocios Internacionales en la Universidad del Rosario.

2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?

Cuando comencé con mi carrera profesional quería solo estudiar, graduarme y comenzar a emplearme, me veía trabajando en una oficina y siendo una super ejecutiva. Sin embargo, durante varios años venía a mi cabeza la idea de tener mi propia empresa, pero nunca supe de qué podría ser. En los últimos semestres conocí una tienda especializada de café, y allí me di cuenta que ellos compraban café a pequeños caficultores de diferentes regiones de Colombia, y que además se podían preparar con diferentes métodos. Para mí eso fue demasiado innovador, me comenzó a llamar la atención el tema de café y comencé a ir más seguido a la tienda, aprendiendo, conociendo y estudiando sobre este producto.

Comencé a viajar a la finca de mi familia y traje una muestra de café (yo sin saber absolutamente nada) y la mandé a catar con el fin de saber si nuestro café era bueno o no. Para fortuna nuestra muestra salió de alta calidad, sin embargo, yo no tenía experiencia en ningún sentido, ni siquiera me había graduado, y además la finca estaba abandonada, así que me tomé un tiempo para ganar experiencia, aprender, investigar y aplicar a prácticas que fueran relacionándome con el comercio. Comencé mis prácticas en el 2018 en ProColombia, allí conocí a muchos exportadores, productores y fue con el contacto del sector real, donde me di cuenta de lo que iba a ser mi empresa y de lo que teníamos en mi familia, un tesoro que nuestro abuelo Constantino nos había dejado: una finca productora de café.

El 18 de marzo del 2019 finalicé mis prácticas, ese día tuve una conversación con mi tía exponiéndole que no sabía que hacer ahora, considerándome desempleada desde ese momento. Le dije que mientras conseguía algo quería ponerme a cargo de la producción del café en la finca y que yo estaba dispuesta a ayudarles, ella fue la primera en decirme que yo había nacido para crear empresa. Al día siguiente me fui a la Cámara de Comercio y registré la empresa, luego de haber pensado en el nombre e inspirada en mi abuelo Constantino. Quise hacerle un reconocimiento a su memoria y como mi objetivo inicial era vender café en el exterior, lo decidí llamar al producto: Constantine Café, resaltando la constancia, una palabra que nos define como familia y que nos permitirá por muchos años, seguir contribuyendo a una cultura cafetera sostenible.

3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?

En ese momento yo tenía lo más importante, la materia prima, el apoyo de mi familia y una empresa registrada en la Cámara de Comercio. Con mi conocimiento en diferentes ámbitos, mi habilidad para crear contactos y mis ganas de llevar el café de mi familia a otro nivel, comencé el proceso de crear la marca. Cuando cree la empresa mi objetivo inicial era exportar café a otros países, porque tenía en la cabeza el concepto de que afuera valoraban más nuestros productos, especialmente el café. No obstante, el proceso de exportar café requiere tiempo y mucha paciencia.

Mi presupuesto era bajo así que decidí hacer todo yo, desde el logo, diseño, redes sociales, caminar por el centro buscando proveedores para los empaques, hasta encontrar una empresa de maquila para tercerizar el proceso de tostón del café. No podía comenzar en una industria sin saber de ella, así que realicé diferentes cursos sobre barismo, café y procesos. Luego, me traje el primer saco de café para tostarlo y ese fue el primer día que probamos el café que producíamos en nuestra finca, el resultado fue algo que no nos esperábamos, un sabor y unos aromas que nunca habíamos sentido, las sensaciones y emociones fueron muchas, sentimos que el trabajo de tantos años en la finca de Constantino y Eva (nuestros abuelos) habían valido la pena, esas primeras 60 libras las vendimos en una semana a nuestros amigos y a conocidos, ellos fueron los encargados de confirmarnos que Constantine Café tenía una misión muy grande en Colombia, educar y culturizar a los colombianos, enseñarles con ejemplo a valorar el café que acá producimos, a comprar y a apoyar al pequeño caficultor.

4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?

Durante el año de mis prácticas me pagaban, ahorré un porcentaje y otro lo invertí en algunos fondos de inversión. Gracias a esto pude tener un buen capital para comprar empaques, etiquetas, pagar las primeras ferias presenciales a las que asistimos, pagar la maquila, comprar algunos métodos para preparar café y pagar los cursos de barismo.

5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?

Constantine Café está logrando cambiar la imagen del café en Colombia y en el mundo. Al café lo veíamos como ese producto con el que nos reconocían en el exterior, sin saber realmente qué era. Constantine cambió nuestro pensamiento, forma de vida, nos enseñó a valorar ese trabajo que hacen millones de familias en el campo, además de que esta cambiando hábitos de consumo de nuestros clientes. Hemos llegado a miles de familias a llenarles el corazón de felicidad y buen café.

Estamos creando valor en nuestra región, en nuestro municipio de San Juan de Rioseco. Desde Constantine Café trabajamos por 3 ODS (objetivos de desarrollo de la ONU) claves ambientales, sociales y económicas. Vinculamos nuestros procesos para la preservación y conservación del medio ambiente, siendo participes de la economía circular y reutilizando cada residuo del ciclo de producción del café en pro del medio ambiente, fomentamos empleo inclusivo y decente para las familias de la región y creamos un modelo de negocio sostenible en el tiempo, con la transformación de nuestro café en un producto de calidad que lleve felicidad a millones de personas en Colombia y el mundo.

Para nosotros es importante aportar a nuestro país, por eso nuestros líderes, quienes son en su 90% mujeres, trabajamos para que los colombianos consuman un producto propio de su país, que más allá de ser una taza de café, refleje en ella el trabajo de todo un pueblo resiliente que construye día a día una nueva imagen, donde la pasión, compromiso y amor son los pilares fundamentales.

6. ¿Soy feliz?

¡Muy feliz! No solo por hacer lo que me apasiona, sino porque desde Constantine Café hacemos felices a muchas personas y eso es algo que llena más que el dinero o reconocimiento.

Santiago Moreno y Nicol Moreno en su primera feria exhibiendo Constantine Café.
Santiago Moreno y Nicol Moreno en su primera feria exhibiendo Constantine Café.
Cortesía (Tomada de El Espectador)

7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?

No, Constantine Café es mi hijo, lo es todo para mí y apenas estamos dando los primeros pasos.

8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?

Emprender y emprender en Colombia siempre es un reto muy grande, lo más complicado es mantenerse. Todos los emprendedores tomamos la decisión por diferentes razones, unos por necesidad, otros por las ganas de crear algo propio y otros porque vemos oportunidades donde antes se veían perdidas. Pero como me decía uno de mis tutores, arranqué en el momento cero, al que los emprendedores le llamamos “mi mamá me ayuda”, es una etapa en la que aún no tienes tantos gastos, en el que todavía vives con tus papás y eso es una gran ayuda. Claro que tomar la decisión de emprender fue complicada, no tener un sueldo fijo, no poder darse lujos y saber que todo lo que ganas lo tienes que invertir. Comenzar es una etapa de mucha incertidumbre y riesgo, pero yo siempre pensaba: ‘lo peor que me puede pasar es que fracase y me toque buscar trabajo, lo mejor es arriesgarme’.

9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?

Yo siento que lo estoy cumpliendo, pero falta demasiado. Creo que voy en menos del 50% de lo que sueño con Constantine Café.

10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?

Llegar a muchísimos más corazones colombianos. Colombia es un reto en términos de educación y cultura cafetera, y queremos que las personas digan: Constantine Café me enseñó a tomar un mejor café, queremos que muchos puedan conocer y visitar nuestra finca, nuestra región, que San Juan de Rioseco y Cundinamarca sean reconocido como una región productora de los mejores cafés colombianos. Queremos que el agro sea visto con otra cara y que este sea un sector lleno de oportunidades de crecimiento para el país. Estamos trabajando también por conquistar corazones en otros países, actualmente exportamos a 3 países principales, pero el objetivo es dar a conocer nuestro café a muchos países más.

1. ¿Mi emprendimiento es escalable?

Totalmente, lo bonito de este mundo del café es que podemos crecer en muchos sentidos.

12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa

En este momento no, hemos tenido propuestas, pero como he dicho siempre, el dinero no lo es todo, para recibir algún tipo de inversión debe ir de la mano con el amor por el hacer, el deseo y las ganas. Recibir inversión es importante para crecer, pero por el momento vamos a nuestro ritmo y según nuestras capacidades para continuar nuestros procesos con capital propio.

13. ¿Qué no volvería a hacer?

Realmente todo lo que nos ha pasado tanto aciertos como desaciertos han sido de crecimiento, pero seguro no volvería a trabajar en muchos proyectos al tiempo, es mejor tomarse las cosas con calma y llevar todo paso a paso.

14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?

Definitivamente mis abuelos fueron la fuente principal de inspiración, la verraquera y visión de mi abuelo Constantino era de admirar, pero seguro no hubiera logrado tantas cosas de no ser por mi abuela, Evangelina, quien con su tenacidad, amor y compañía ayudó a sacar la finca cafetera adelante.

Soy fan y sigo a las mujeres de mi familia, mis tías que han sido mi apoyo fiel, mi tío que ha estado al lado mío poniéndose la 10 siempre, y por supuesto mi mamá, ella me ha enseñado a que el trabajo duro y honesto es el único que nos permite llegar a lejos, su fuerza y ejemplo son mi guía a diario.

La inspiración de Nicol son sus dos abuelos. Hoy en día trabaja en la finca de su familia, donde se produce uno de los mejores cafés de Colombia.
La inspiración de Nicol son sus dos abuelos. Hoy en día trabaja en la finca de su familia, donde se produce uno de los mejores cafés de Colombia.
Cortesía (Tomada de El Espectador)

15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?

Claro, yo creo que he fracasado muchísimas veces, pero siempre firme en levantarme y seguir.

16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?

Estuve bajo el apoyo y asesoría del Centro de Emprendimiento de la universidad El Rosario, donde tutores me ayudaron a crecer y convertirme en lo que actualmente somos. Las capacitaciones y ruedas de negocios de ProColombia han sido muy valiosas y claves para el desarrollo de negocios. La Cámara de Comercio de Bogotá también ha sido una comunidad de mucho apoyo, y por supuesto la comunidad más grande, la comunidad de emprendedores, esta es una red colaborativa demasiado importante, hemos generado muchas alianzas.

17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?

Estamos 100% seguros que está trascendiendo mas de lo que creemos, hemos impactado a muchas vidas, no solo por la venta de un mejor café sino porque estamos generando consciencia del valor de trabajo en el campo. Estamos impactando vidas en nuestra región y sobre todo a aquellos que vienen detrás de nosotros, los niños, esta generación que cada día es más sensata y responsable en lo que los adultos estamos dejándoles.

18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?

Me proyecto como una mujer líder que ayuda a otros también a crecer. Y veo a Constantine café como una empresa grande, generadora de empleo, que promueve el crecimiento personal y profesional de sus colaboradores. Una empresa que trabaja desde y para el crecimiento del agro colombiano.

19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?

Son la base de todo. Realmente Constantine Café y yo no estaríamos hoy contando la historia sin su apoyo, sin su motivación. Todos absolutamente todos han generado un impacto, comprando, recomendando, acompañándonos en eventos, ferias, con palabras de aliento, palabras de orgullo, ellos son claves para poder mantenerse. Y como dice nuestro slogan Amor de familia en cada grano, sin la unión de mi familia y el apoyo, Constantine Café no existiría.

20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?

Lo hago, realmente yo soy muy generosa con mi conocimiento y mi experiencia, siento que desde mi trabajo puedo ayudar a otros a crecer, muchos emprendedores del sector y de otros sectores se han acercado a mi para alguna asesoría, consejo o ayuda.

21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?

Como un equipo hemos tenido diferentes jugadores claves. El 90% es mi familia, con ellos le hemos puesto al negocio las ganas y el amor por el café, el 5% son los colaboradores de la región que tenemos en la finca ayudándonos a cultivar y a producir el café. El otro 5% lo hemos forjado con relaciones laborales y de amistad muy bonitas, Daniel que es un barista profesional que trabaja con nosotros en diferentes eventos, mensajeros y profesionales que nos colaboran en áreas administrativas.

22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?

Tengo una ventaja grandísima y es poder ser parte de toda la cadena productiva del café, he tenido la fortuna de vivir en la finca y darme cuenta de todos los procesos, así puedo identificar qué se puede mejorar, qué podemos cambiar y qué es necesario mantener. Yo llego a la finca, me pongo las botas, el sombrero y a trabajar. Siembro café, lo recojo, lo proceso y lo preparo. Conozco cada parte de nuestro proceso logístico, eso ha permitido darle a Constantine Café un valor agregado en mantener una trazabilidad de sus procesos, garantizando la calidad del grano.

Nuestro café es de único origen, única finca, lo que nos permite ser una marca exclusiva. Esta es una empresa comprometida con el medio ambiente y dispuesta a lograr un impacto social positivo, beneficiando a su comunidad, la cual le abrió las puertas y trabaja con pasión para llegar a todos los hogares representando el esfuerzo colombiano.

No nos dedicamos a vender café, llevamos desde Constantine Café un legado, una cultura, es ese sorbo de felicidad que te tomas día a día.

23. ¿Qué he aprendido de todo esto?

Todos los días se aprenden cosas, pero lo más importante es que he aprendido a escuchar, entender que no siempre tengo la razón, que el punto de vista y experiencia de otros son claves para crecer. Orden, esto es muy importante a la hora de emprender, organizarse financieramente, organizar el tiempo y sobre todo ser muy disciplinados y constantes. Aprendí a valorarme, a descubrir todo el potencial que hay en mí. También entendí que mejor arrepentirse de lo que se hizo y no de lo que se ha dejado de hacer. Valorar el trabajo de los artesanos y no regatear precios.

Baristas, catadores y tostadores, surgen en septiembre…contra viento y pandemia

Todos los sectores de la economía, incluyendo el del café, indudablemente han sido golpeados por la naturaleza, no exclusivamente por el Covid 19, sino por fenómenos ya previstos del ya reconocido «cambio climático».

Pero todo esto no ha hecho renunciar a muchos de sus proyectos y emprendimientos, que como ya lo hemos visto, el café es una fuerza natural que los atrae, que ilusiona y apasiona para seguir luchando y construyendo una nueva realidad.

Lo evidenciamos en la asistencia que se presentó, en los diversos cursos y entrenamientos llevados a cabo en las instalaciones de nuestra aliado Banexport, adonde con todas la limitaciones que obliga la bioseguridad y protocolos, no fueron obstáculo para brindar todos los módulos de cada tema.

La tostión y la catación fueron aspectos centrales en el taller de este mes dirigido por Julio Villaneda, quién día a día enriquece sus charlas con buenas imágenes y presentaciones, que alegran los paladares con buenas tazas y sorpresas que alimentan el conocimiento sobre la calidad del café.

Y que decir de las clases que se llevaron a cabo en las capacitaciones básicas sobre el espresso y las certificaciones avanzadas de la SCA, que igual por distanciamiento y cuidados exigidos, se han convertido en algo personalizado y muy familiar.

Capacitaciones y entrenamientos que se ofrecen con todos los cuidados y con toda la experiencia de un buen maestro, como lo es Julio Villaneda (Coffee Diploma SCA), que no escatima ningún esfuerzo ni experiencia acumulada, para darse al alumno. Muchos de estos emprendedores son personas muy jóvenes que planean su futuro en otro país, apoyados en el conocimiento de técnicas en preparación profesional, que los enfoquen hacia un trabajo digno, honrado y orgullosos de ser colombianos.

Los tapabocas que se han vuelto el mayor símbolo de esta nueva «realidad», sin embargo no pueden tapar los ojos y sonrisas de satisfacción que muestran los alumnos al finalizar las clases. Que además nos llenan de orgullo y satisfacción por la tarea cultural ofrecida.

Gracias a todos por su participación y confianza. Les deseamos el mayor de los éxitos.

Nuevos tostadores en julio y con Julio

Augusto Ayala, Ricardo Valdez, Jhon Jairo Avila, a la izquierda de Julio Villaneda El instructor y a su derecha: Ramón José Ariza y Deving Arias Ramos, en un mosaico muy actual y particular donde los razgos de felicidad por recibir este certificado solo se denotan en los ojos. Con pandemia o sin pandemia el café sigue siendo un gran motivador.

El título de esta nota puede parecer broma o equivocación, pero no es así. Luego de trasladar y volver a reprogramar este taller, debido a las muchas dificultades nacionales que nos abruman por razones politicas o de salud; finalmente lo realizamos en el mes de julio y fue Julio Villaneda, el maestro que siempre estuvo atento y paciente a recibir a estos alumnos.

Julio Villaneda como ya estaba planeada, esta capacitación la inicia en la planta tostadora, donde a partir de unas breves pero claras exposiciones, pasa luego a las prácticas de tostar bache a bache para ir observando en la práctica los procesos de cambio de cada café. Muchos traen muestras, cuando por lo general no las han enviado con anterioridad.

Algunos alumnos asistentes como Augusto había tenido que cancelar su participación, por problemas de movilidad desde su región, pero nunca desistió de tomar el curso. Otros se inscribieron desde Caldas, Tolima y Cesar, sumado al de Bogotá, pero siempre manteniendo su gran interés en esta formación, que tenian en mente para sumar a sus proyectos.

Cada alumno, cada asistente tiene un sueño diferente, un proyecto que toma forma cuando se comprende la dimensión de la calidad, cuando se «toma » el café en serio, como dice un amigo barista. Y es que realmente muchos lo han tomado en serio ya. Lo ratificamos en cada curso en cada taller y cada vez que vemos una nueva tienda, una nueva planta tostadora, una nueva marca.

Las mesas servidas durante dos días, luego de procesar los granos con mucho cuidado, sirven de complemento a la tarea de analizar sensorialmente, las muestras utilizadas para anotar los descriptores en cada hoja y calificar su puntaje. Tarea que se enfoca para ser aplicada luego en sus propios laboratorios.

De cada panel o mesa de catación surge la respuesta a cada pregunta. Sobre el origen, sobre el cultivo, el varietal, el beneficio y los descuidos o cuidados que ha tenido el productor, pero también se pueden detectar los logros o desaciertos del maestro tostador.

No hay duda que cada asistente regresará a su lugar de trabajo a poner en práctica lo aprendido, no importa si es productor, tostador o comercializador. Ya el café diario no le sabrá lo mismo o además comprenderá, porque.

Agradecemos a Augusto, Ricardo, Ramón, Deving y Jhon Jairo por habernos acompañado en este taller de iniciación y esperamos que perseveren y materialicen sus proyectos para bien de nuestro producto insignia.

Certificarse paga

Moderno y limpio diseño el que se realizó para otorgar a los entrenadores, (Authorized SCA Trainer) por parte de la Specialty Coffee Asociation, el que después de muchos años de trabajo y experiencia como capacitador, le fue entregado a Julio Villaneda.

Julio Villaneda es un hombre joven y sencillo de origen humilde, que con gran esfuerzo y tesón se formó como uno de los mejores profesionales del café de especialidad en Colombia. Como a la gran mayoría de baristas que conquista el café para su difusión y cultura, a el no le basto con ser barista y jefe de entrenamiento del mejor restaurante francés de Bogotá, sino que todos los fines de semana nos acompañaba en nuestra sede de Chapinero, cuando aún nos llamabamos Escuela Colombiana del Café, capacitando y entrenando baristas, para nuevas tiendas que se abrian en todas partes del país, lo mismo que asesorando y apoyando colegas suyos que querían participar en los nacientes campeonatos de barismo nacional.

Su pasión por café y la «goma» por el diseño en el Latte Art, lo llevaron a construir un método práctico, propio de un maestro de dibujo, con el que ofrecimos muchos cursos básicos y avanzados que hacian las delicias de los propietarios y clientes de estos nuevos negocios de café; épocas en que los consumidores se fascinaban con una espiga o un corazón en sus tazas de capuccino, hasta el punto de pensar mucho antes de tomarlo, eso si

Su experticia y facilidad para diseñar con la leche, nos llevo a presentarnos en el programa de Día a Día de Caracol TV, haciendo las delicias de los presentadores de ese momento

Pero como todo buen artista (o bartista?), su inquietud no paro ahí, sino que «el sabor en taza», como le gustaba decir en sus cursos, lo llevaron al análisis sensorial, a la catación, gracias al trabajo profesional que le ofrecieron en una de las mejores empresas de exportación de café especial del país.

Allí entre máquinas y equipos de café la tarea se volvió más profunda y de mayor responsabilidad. Tostar y catar café se convirtió en su verdadero día a día. Julio asumió su tarea y compromiso con la empresa, sin descuidar su formación profesional. Desde cuando se anunciaron las certificaciones de la SCA, en los campeonatos anuales, lo tuvo entre sus metas. Tenia que ser un «Entrenador autorizado».

Fueron muchos los cursos dictados y certificados por la Escuela Colombiana del Café, ahora Educafes, muchos los cursos que se han dictado en alianza con su empresa Banexport y no serán pocos los que se lleven a cabo ahora al terminar esta crisis de la pandemia, que ha represado las necesidades, sueños y proyectos de profesionales y emprendedores del café. Iniciarse en el mundo del café, aprender todo sobre la cadena productiva, abrirse paso como barista, catador, tostador o propietario de una marca de café es importante, como lo es asi mismo para muchos: Certificarse.

Aunque la práctica, la experiencia y como dicen los pilotos de aviación lo que cuenta realmente, son las horas de vuelo. Las certificaciónes en cualquier actividad, hoy confieren seguridad para el cliente o consumidor y son ya muchos los amateur apasionados por el café que anhelan recibir por lo menos una. La experiencia de aprender del café , sus técnicas y secretos, siempre serán mas confiables de la mano de expertos, haciendo que un certificado no sea un simple cartón de exhibición.

Un largo preámbulo para informar y promover los cursos que con la dirección de Julio Villaneda, se comenzarán a brindar gracias a la alianza de Banexport y Educafes.

¡B I E N V E N I D O S!

tema de

Todos estos temas y áreas del café podrán ser tomados y certificados por Julio Villaneda, porque verdaderamente con expertos » CERTIFICARSE PAGA»

Mayor información: consultor@educafes.com WhatsApp: +57 3168261776

Cuando el café llegó a América

La historia del café en América siempre ha estado ligada a Gabriel Mathieu de Clieu y muchos tratadistas del café lo han tenido que referenciar en sus escritos. Una de las mejores investigaciones y libro que conozco “La aventura del café” lo patrocinó la FNC y lo escribió Felipe Ferre, libro que se volvió importante en las librerías de “viejo” en Bogotá y donde logré encontrar varios ejemplares, para regalarlo a los amigos y por supuesto tenerlo dentro de mis preferidos.

En esta ocasión como muchas veces lo hago, comparto el artículo del gastrónomo y experto en vinos Hugo Sabogal, que muy seguramente tuvo como base la edición de Ferre, para referirse a la llegada del café y a la historia a su vez del Typica, como antecesor de todas las variedades que hoy se encuentran en las fincas de Colombia.

Los invito a leer o refrescar la memoria con esta nota publicada hoy en el Espectador y si quieren profundizar la historia averiguar en Google o Amazon por el libro de Ferrre. Es una verdadera obra editorial, que lastimosamente no volvió a repetir la Federación.

Por: Hugo Sabogal

El café es africano de nacimiento. Es árabe por haberse producido el primer cultivo agrario en sus dominios, y porque allí también se socializó el consumo y se perfeccionó la preparación.

El cafeto traído por Gabriel Mathieu de Clieu -del grupo genético de la variedad Typica- fue la fuente principal de casi todos los cultivos posteriores en Haití, República Dominicana, México, Cuba, Centroamérica y el norte de Suramérica, incluida Colombia.

También es europeo, porque el Viejo Continente impulsó su evolución y refinamiento. Y, desde el siglo XVIII, es americano gracias a las cosas del amor.

Desde su transición de arbusto silvestre en Etiopía a plantación agraria en Yemen (en el siglo XV), el pequeño grano -que hoy constituye la segunda materia prima más transada del mundo- ha sido objeto de intrigas, acaparamientos, robos a hurtadillas, contrabando, esclavitud, fuente de subsistencia y chispa de confrontaciones geopolíticas.

En 1670, Baba Budán, un sacerdote sufi de India -quien había ido de peregrinación a La Meca-, sacó a escondidas, entre sus barbas, siete granos verdes por el puerto yemenita de Moca. Los sembró en India y con el tiempo convirtió a ese país en un importante centro de producción. De India, los mercaderes holandeses expandieron los cultivos a Indonesia.

En 1711 llegó el primer cargamento a Ámsterdam, lo mismo que un arbusto donado al jardín botánico de la capital neerlandesa, cuyas autoridades compartieron varias semillas con amigos y aliados en el Viejo Continente. Uno de ellos fue el rey Luis XIV, quien ordenó transferirlas de inmediato al Jardín des Plantes, de París.

A nadie se le cruzó por la cabeza que ese regalo se convertiría en el engendro de la expansión cafetera por las Antillas y las Américas. Su principal propagador fue el teniente naval Gabriel Mathieu de Clieu, quien había sido enviado a Martinica en misión oficial. Uno de sus sueños era iniciar cultivos en esa isla caribeña, y para ello necesitaba no solo las semillas, sino la autorización del entonces rey Luis XV, quien se la negó.

De Clieu no se dio por vencido y logró, con mucha seducción, compartir su sueño con una influyente dama palaciega, quien logró conseguirle un brote. De Clieu lo plantó en un pequeño tiesto, que protegió con una urna de cristal.

En 1723, De Clieu partió del puerto francés de Nantes, sin sospechar las angustias que soportaría en el trayecto, como un intento de arrebatarle el arbusto, un ataque lanzado por corsarios tunecinos y furiosas tempestades que estuvieron a punto de hundir la embarcación. En momentos de escasez de agua, De Clieu reservaba parte de su ración para hidratar la planta.

Al llegar a Martinica, trasplantó el pequeño arbusto en un terreno de su propiedad y tuvo que rodearlo de matorrales espinosos para evitar posibles robos. En corto tiempo, ese único cafeto se multiplicó con rapidez, gracias a que De Clieu repartió y regaló semillas y plántulas a la población local, cuyos cultivos de cacao se habían echado a perder por culpa de arrasadoras inundaciones. Desde Martinica también se enviaron plantas y semillas a Surinam y a otras islas antillanas.

El cafeto traído por De Clieu -del grupo genético de la variedad Typica– fue la fuente principal de casi todos los cultivos posteriores en Haití, República Dominicana, México, Cuba, Centroamérica y el norte de Suramérica, incluida Colombia.

https://www.elespectador.com/gastronomia-y-recetas/cuando-el-cafe-llego-a-america/

¿Cómo Colombia se Hizo Tan Famosa Por su Café?

Publicamos y compartimos este artículo sobre la historia del café colombiano de la revista perfectdailygrind.com, por la importancia que le dan los periodistas y entrevistados a la combinación de todos los elementos de la parte agrícola, de la parte de investigación, ciencia, procesamiento industrial y mercadeo que con gran sapiencia supieron aplicarla al mercado internacional para colocar a Colombia en el puesto que aún ocupa. Combinación de aspectos que deben potenciarse día a día, sin descuidar ninguno.

Ojalá llegue a aplicarse el lema y estratégia de 100% café colombiano, también a los cafés procesados en Colombia, para beneficio del consumidor nacional y para el robustecimiento de la calidad a nivel mundial.

Actualmente, Colombia es el tercer país productor de café del mundo, precedido solamente por Brasil y Vietnam. Pregúntale a cualquier persona que conozcas en dónde crece el café, y lo más probable es que Colombia sea uno de los primeros países que mencione.

Aunque el café crece en decenas de países de todo el cinturón del café, varias campañas importantes, como el desarrollo del personaje Juan Valdez, han ayudado a promover los intereses de los caficultores colombianos durante décadas. 

Para conocer más sobre la historia del café colombiano y su evolución, hablé con dos expertos de la industria. Sigue leyendo para saber lo que dijeron.

Breve Historia Del Café Colombiano

Aunque Brasil y Vietnam ocupan el primer y segundo lugar en la producción mundial de café, Colombia es el tercer mayor productor y el segundo en la producción mundial de Arábica. 

A finales de 2019, la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) informó de que Colombia era el mayor productor mundial de café Arábica. No es exagerado decir que el país se hace cada vez más reconocido por la producción de Arábica, aunque la planta solo se ha cultivado en Colombia desde el siglo XVIII. 

Existen varias teorías sobre cómo la planta de Coffea arabica llegó por primera vez a Colombia. La más aceptada es que fue introducida por misioneros jesuitas holandeses en el siglo XVIII, quienes plantaron los primeros cultivos en el noreste montañoso. Desde allí, se extendió por todo el país, ya que las fincas familiares de pequeños caficultores la adoptaron progresivamente como una nueva fuente de ingresos.

Sin embargo, no fue hasta principios de 1800 cuando el país comenzó a exportar café a escala comercial. A pesar de esto, a finales del siglo XIX, Colombia se había convertido en uno de los mayores exportadores de café del mundo. 

Las Condiciones Climáticas de Colombia

Como sabemos, Arábica es considerablemente más difícil de cultivar que Robusta. La especie es increíblemente sensible al clima, y requiere grandes altitudes y un rango de temperatura constante que no suba o baje demasiado. 

Alejandro Cadena es el cofundador y director ejecutivo de Caravela Coffee. Él dice que parte de la razón por la cual Colombia se ha convertido en sinónimo de una importante producción de Arábica es que proporciona de manera natural condiciones óptimas para el cultivo de esta planta.

“La combinación de ecosistemas, altitud y clima en Colombia significa que hay una amplia gama de microclimas”, dice.

“Junto con muy buenas prácticas agrícolas, [estas permiten] al país producir consistentemente café Arábica durante todo el año”.

Para ver todo el artículo completo le compartimos su enlace directo:

¿Cómo Colombia se Hizo Tan Famosa Por su Café? – Perfect Daily Grind Español

Tostar Café en el Origen: Desafíos y Beneficios

Como bien lo dice el título escogido por los autores de esta nota tomada de la revista Perfect Daily Grind, son grandes los desafíos pero muchos los beneficios que resultan de esta nueva posibilidad de aprovechar esta parte de la cadena de valor.

Desafíos que deben asumir tanto productores agrícolas , como fabricantes de maquinaría nacional, que compitan con calidad no solo en la parte del beneficio, sino también en lo concerniente a la torrefacción, molienda, empaque y demás equipos necesarios para esta labor . Retos igualmente para todos los profesionales del área de mercadeo, diseño, logística, exportación, transporte, por mencionar solo algunos.

Los beneficios seguramente serán, además de económicos, educativos, culturales, gastrónomicos y por encima de cualquier consideración un gran avance en la consolidación del segmento de los cafés de especialidad, que podrán ser degustados cada día con una mayor garantía de su orígen por parte de un cliente concientizado.

Los invito a continuación a leer esta nota de la revista mencionada antes, para observar como esta es una necesidad sentida de todo país productor.

Tostar Café en el Origen: Desafíos y Beneficios

La cadena de suministro del café es larga y compleja, y una de sus mayores críticas es que el valor se añade tradicionalmente lejos del país productor. Como resultado, los ingresos obtenidos de la adición de ese valor nunca se transfieren realmente al productor, a quien normalmente se le paga solo una pequeña proporción del precio de la venta final.

Aunque actualmente somos más conscientes que nunca de este problema, no hay una solución sencilla que pueda resolverlo a una gran escala. Sin embargo, uno de los métodos que se han discutido en la industria en los últimos años es el tueste del café en el origen.

El principio es simple: al tostar en el origen, se añade más valor en el país productor y, por lo tanto, se mejoran los resultados para los caficultores. Sin embargo, aunque esta idea es bastante sencilla, no está exenta de desafíos.

Para saber más, hablé con el equipo de Chica Bean. Ubicado en Guatemala, Chica Bean tuesta y exporta café cultivado por mujeres caficultoras de pequeña escala, en lo que describen como un modelo de “valor compartido”. Sigue leyendo para averiguar lo que dijeron.

AÑADIR VALOR EN EL ORIGEN

En la industria cafetera, el café verde se exporta tradicionalmente desde los países productores y luego se tuesta, se etiqueta y se vende (todos los procesos que añaden un valor significativo) en el país consumidor. Como resultado, el precio pagado al productor será una proporción mínima del valor del café luego de ser tostado.

Sin embargo, cuando se tuesta el café (y posteriormente se vende) en el origen, se le añade valor en el país productor. La idea es que las ganancias de la venta del café tostado se queden en el país y, por consiguiente, impulsen el desarrollo económico de las comunidades cafetaleras.

Aunque algunos productores tuestan su propio café, la mayoría no tiene la capacidad, la experiencia o las herramientas para hacerlo. Por ello, los tostadores que trabajan en estrecha colaboración con los productores en el origen pueden aportar conocimientos técnicos, valor compartido y, en última instancia, mejorar su acceso a los mercados nacionales e internacionales del café.

Abbigail Graupner es socia de desarrollo de negocios de Chica Bean. Ella explica que, aunque este modelo ayuda a dar al productor una mayor seguridad financiera, no se trata solo de pagar al productor un precio justo. “El modelo de tueste en el origen ayuda a preservar la historia y la experiencia del origen”, dice.

“Al poder comprar directamente del productor, retenemos el valor y podemos involucrarlo como parte de nuestro proceso”, añade. “Ellos son capaces de experimentar su duro trabajo [reflejado] en el producto final tostado”.

Los caficultores son capaces de probar el café que han cultivado durante tanto tiempo. Esto les permite tener más propiedad sobre la cosecha que cultivan y venden y, por lo tanto, los inspira a trabajar para mejorar su calidad.

Josué Martínez es director de operaciones de Chica Bean. Él me dice que las implicaciones financieras de añadir valor en el origen se filtran a las comunidades cafetaleras en general. Al operar en estrecha proximidad física con los caficultores, los tostadores como Chica Bean pueden proporcionarles mayor seguridad y estabilidad. 

“Las comunidades con las cuales trabajamos dependen al 100% de la venta de sus cafés”, explica Josue. “En Guatemala, hay muchos problemas nutricionales entre los niños, especialmente en las pequeñas comunidades cafetaleras”. 

“Cuando podemos garantizar precios justos para el café, también podemos estar seguros de que los niños serán alimentados y estas comunidades prosperarán”. 

¿CUÁLES SON OTROS BENEFICIOS DE TOSTAR EN EL ORIGEN?

Si bien la adición de valor es una parte increíblemente importante del tueste de café en el origen, hay muchos otros beneficios para toda la cadena de suministro. 

Por ejemplo, cuando los caficultores tienen mayor propiedad sobre su café, aprecian cómo sus esfuerzos a nivel de finca se traducen en ciertos sabores en la taza. Esto puede ser una fuerza positiva para la educación y la experimentación, llevando a los caficultores a probar nuevas cosas para mejorar la calidad de su cosecha.

“El tueste en el origen también puede beneficiar a los consumidores de café, a los minoristas y a las tiendas de café a lo largo de la cadena de suministro”, me dice Abbigail. “Es una excelente forma de ofrecer a los clientes un tipo de experiencia diferente que los educa sobre el café. También ilustra que la cadena de suministro puede ser integrada en formas que ellos podrían no haber apreciado o considerado previamente”.

El tueste en origen también da a los productores mayor estabilidad en momentos en los cuales el mercado se encuentra en un período de fluctuación. Durante la pandemia Covid-19, por ejemplo, cuando los retrasos en el envío de café verde son comunes, el poder vender a un tostador dentro del país le da más opciones al productor.

¿CUÁLES SON LOS DESAFÍOS DEL TUESTE DE CAFÉ EN EL ORIGEN?

Hay una serie de retos, predominantemente logísticos, que pueden dificultar el tueste de café en el origen.

En primer lugar, los tostadores en los países productores tienen que considerar los tiempos de envío cuando venden a los mercados internacionales. Aunque el café verde se puede transportar utilizando las estructuras de transporte marítimo existentes, el envío del café tostado a nivel internacional es mucho más difícil, y a menudo debe enviarse por vía aérea.

Los sabores y aromas del café tostado comienzan a disminuir unas semanas después de la fecha de tueste, lo cual significa que tiene una vida útil mucho menor. Esto hace esencial poder enviarlo a tiempo, especialmente a los consumidores internacionales.

Evelin es la tostadora principal de Chica Bean. Ella me dice que su equipo deja tiempo para que el café repose mientras está en tránsito. Normalmente, los tostadores recomiendan que el café se desgasifique durante unos días entre el tueste y la preparación.

“Siempre recordamos a nuestros clientes la importancia de la desgasificación después del tueste, para que puedan disfrutar plenamente de su café”, dice Evelin. “[En Chica Bean], este proceso se lleva a cabo durante el transporte, permitiéndonos transportar los granos de café frescos de manera oportuna mientras el café aún está desgasificándose.” Esto ahorra tiempo y también garantiza que el café se mantenga fresco cuando llega al consumidor, incluso cuando se envía al extranjero.

Además, Abbigail explica que Chica Bean ha empezado a trabajar con UPS como parte de su programa piloto de envíos aéreos. “A través de este servicio, podemos enviar una bolsa de café directamente desde nuestra tostadora en Guatemala a cualquier dirección en los EE. UU., en cuestión de días y por un precio competitivo para el envío nacional”, explica.

“No tenemos que trabajar a través de un punto de distribución y no tenemos un pedido mínimo, lo cual hace posible [ofrecer] otros productos (como las suscripciones mensuales). Realmente estamos conectando a nuestros clientes directamente con el origen de sus cafés”.

Ella dice que, al emplear estos protocolos de envío nuevos e innovadores, y el apoyo de las plataformas de comercio electrónico, Chica Bean es capaz de tostar, empacar y entregar el café en cualquier lugar de los EE. UU. dentro de una semana a partir del tueste.

Sin embargo, aunque los programas piloto de transporte aéreo y la desgasificación en tránsito son opciones disponibles, este modelo experimental todavía puede enfrentar desafíos. A veces, las cosas salen mal y se producen retrasos.

Cuando esto sucede, Josué y Abbigail dicen que es importante mantener una comunicación buena y clara. 

“Somos afortunados de tener clientes comprensivos y leales”, explica Josue. “Nos hemos propuesto como meta comunicar siempre los avances con los cafés de nuestros clientes para que nunca se queden sin información… [Esto] ha sido correspondido con una gran comprensión”. 

Para los caficultores y los nuevos tostadores que deseen iniciar una operación de tueste en el origen, la falta de acceso a los equipos y al espacio de tueste también puede ser un gran problema. Además de ser difícil de encontrar, también son una inversión importante. 

Sin embargo, Abbigail señala que la colaboración es clave. Ella dice que los caficultores y los tostadores deberían tratar de asociarse con los agentes existentes que tengan conocimientos especializados relevantes con respecto a la cadena de suministro, ya sea a nivel local o internacional. Esas asociaciones pueden mejorar el acceso a los mercados y la educación sin requerir un compromiso inicial de gastos altos.

LA PERSPECTIVA DEL CONSUMIDOR

Por lo tanto, ahora sabemos cómo este modelo apoya tanto a los caficultores como a otros actores de la cadena de suministro en los países de origen, pero ¿qué significa para los consumidores?

Los clientes que compran café tostado en el origen pueden saber, en primer lugar, que están respaldando un modelo más sostenible que apoya al productor. Además, para algunos bebedores de café, probar el café que se cultiva y se tuesta en el mismo país será una experiencia más auténtica. Esto por sí solo puede ser una nueva razón para experimentar.

Pero no solo los consumidores individuales disfrutan de los beneficios de comprar café tostado directamente del origen. El costo operativo bajo de tostar en los países productores puede compartirse con las tiendas de café y los minoristas que buscan trabajar de forma ética, sostenible y que aun así les permita obtener ganancias.

Sin embargo, cuando se tuesta en el origen, Evelin dice que es importante tener en cuenta las preferencias del consumidor. Si estás vendiendo a varios mercados en todo el mundo, puede que tengas que modificar tu perfil de tueste en consecuencia.

“Nosotros tostamos según las preferencias de los consumidores, pero hay que recordar que la preferencia (por el sabor) en el mercado nacional será diferente a la de los mercados internacionales”, dice.

Aunque no está exento de desafíos, el tueste de café en el origen tiene el potencial de empoderar y educar a todos los integrantes de la cadena de suministro, desde los productores hasta los consumidores. También puede dar a los productores más propiedad sobre su cosecha.

En última instancia, este modelo está impulsado por un enfoque en la sostenibilidad y la estabilidad para el productor. Cuando funciona, puede dar a los productores un precio más justo por su cosecha y mejorar la estabilidad económica de las comunidades cafetaleras en general.

Crédito de las fotos: Chica Bean, Angie Molina

Ten en cuenta, Chica Bean es patrocinador de Perfect Daily Grind

Traducido por Tati Calderón. Traducción editada por María José Parra.PDG Español Tostar Café en el Origen: Desafíos y Beneficios – Perfect Daily Grind Español

Sabor Molido


Nada más exótico que ver un café preparado en una chemex a orillas del mar pacifico, su grato sabor tiene que quedarse en la memoria de todo el que visita Sabor Molido.

No deja de sorprenderme Michael López cada vez que dirige una capacitación, unas veces como barista, otras veces como caficultor y otras como profesor. Sin contar que su talento también se expresa en la pintura , el dibujo y ahora motivado por mí, nos brinda un breve relato del evento de formación y capacitación al grupo de trabajo de esta «cafetería» de Buenaventura. Espero les guste este primer intento de comunicación de este jóven profesor, que muy seguramente nos seguira brindando anédotas interesantes de su periplo cafetero. De mi parte un abrazo y mi admiración sincera, gracias por representar a Educafes.

En el pacífico colombiano, bajo condiciones particulares comparadas con lugares alrededor del mundo, se encuentra una de mis tiendas de café preferidas, Sabor Molido, ubicado en pleno Malecón Bahía de la Cruz en Buenaventura y es que con solo su nombre ya nos está haciendo una invitación a tomar esta bebida tan especial, una taza de café… La experiencia en Sabor Molido es totalmente única y diferente a la que haya disfrutado en otro lugar, no solo porque allí podemos encontrar café de altísima calidad, preparado de la mano de unos expertos, sino que se puede disfrutar de una maravillosa experiencia alrededor de cada taza, su servicio, su paisaje, su gastronomía, su cultura tan única y especial hace un conjunto de lo que yo llamaría, una experiencia mágica.

Su dueño, Mauricio Gómez, es una persona dedicada en cada uno de sus grandes emprendimientos, desde hace dos años tenía la idea de abrir un lugar que fuera único en Buenaventura y donde se pudiera disfrutar de experiencias memorables alrededor del café, un proyecto que a lo largo del tiempo se fue desarrollando, hasta abrir lo que conocemos hoy como Sabor Molido y que personalmente creo que ha logrado su superar cualquier expectativa. Además, que también cuenta con un hotel llamado Torremar con una vista increíble y donde también podremos disfrutar de una buena taza de café, prepara en Ámbar, un bar ubicado en el último piso, donde la experiencia será igualmente maravillosa.

De él solo podemos agradecer por contribuir al consumo y a la cultura del café, por generar experiencias alrededor de cada bebida y por supuesto por brindarnos este espacio que todos los que hemos tenido la fortuna de visitar, hemos disfrutado como ningún otro, es realmente de admirar todo su trabajo y dedicación. Desde la primera capacitación que tuvimos allí, poco despues de su apertura, se ha venido apostando por un acompañamiento continuo, por una constante capacitación no solo a los Baristas, sino a todos los integrantes de su equipo de trabajo, con esto buscamos junto a él, garantizar que todas las personas que trabajen allí aprecien tanto el café como lo hacemos nosotros, que se enamoren de este proyecto, algo que hemos logrado a través del tiempo, ya que ahora gran parte de su equipo de trabajo son amantes del café y diariamente le apuestan por generar experiencias y bebidas de calidad.

Camila Campos y Julián Aristizabal, dos jóvenes entusiastas son quienes lideran y están a la vanguardia del café en Buenaventura, ambos con talentos y habilidades envidiables y que a lo largo de su experiencia trabajando con café de especialidad,, han impulsado el consumo de café en toda esta zona del país gracias en gran parte al trabajo constante de ambos, pero tambien el apoyo que han recibido por parte de Mauricio; Cabe destacar el gran trabajo y el talento de Dago Alexander Rentería, un joven que conoció el mundo de café gracias a su entrada al equipo, desde allí inicio su gran pasión y su interés por convertirse en un profesional del Café, cosa que estoy seguro de que logrará, porque cuenta con todas las cualidades necesarias.

Dentro de los nuevos integrantes y nuevos apasionados por el café encontramos a Edith Cortes, una mujer dedicada y con habilidades sensoriales increíbles, algo que es imprescindible para un profesional del café; Luz Muñoz quien antes de iniciar la capacitación nos contaba que no le gustaba tomar café, pero que al finalizar las clases, se había vuelto una apasionada y amante del café filtrado; Jessica Rodrigues una mujer aficionada del arte latte, apasionada y constante, gracias a esto logró preparar un cappuccino con un corazón perfecto durante nuestra práctica; Cristian Ulloa quien puede ser la persona más dedicada y con mayor compromiso de todo el equipo, es un joven inquieto por conocer las maravillas que esconde el café, además de amante del arte alrededor de este y Kevin Moreno un joven soñador, que descubrió el café y vio en este mundo la posibilidad de ampliar su experiencia, de aprovechar al máximo y convertirse un experto a través del tiempo, además que lo visualiza como su profesión, para su gran viaje a futuro, que seguramente estará acompañado de muchas experiencias cafeteras.

Seguramente tendremos la oportunidad de continuar con nuestras clases más pronto de lo que pensamos, porque queremos mejorar siempre, con todo lo nuevo que diariamente nos ofrece el mundo del café, pero también apostarle al crecimiento como equipo, este equipo increíble y único llamado Sabor Molido.

Guía para empezar a apreciar mejor nuestros cafés

Por lo visto hoy en la sección de Estilo del periódico de El Tiempo, el columnista Hugo Sabogal ya fué conquistado por el café y de que manera, sus comentarios y aportes al conocimiento y difusión del buen consumo ya es permanente. Su gran especialidad como buen sibarita fue siempre el tema del vino, la gastronomía y la calidad en todo aspecto. Pero gracias su amistad con Luis Fernando Vélez, quién lo estimulo en esta área hoy también le apunta a investigar, catar degustar y enseñarnos a tomar buen café.

Ya son varios artículos y columnas de este periodísta que he sentido la necesidad de compartir con mis amigos de Educafes, dada la sencillez y claridad con que aborda temas que en muchas ocasiones son dificiles de explicar. Se que muchos de los que nos siguen y han participado en muchas capacitaciones lo entenderan facilmente, pero también habrán amigos que por primera vez entenderan estos tópicos que gratamente ilustra el señor Sabogal.

Encontrar y entender la calidad de un buen café colombiano, ya no vasta con saber que es arábigo, es necesario aprender a diferenciar los diversos varietales y origenes que se producen en Colombia, saber que en las tres cordilleras se dan todo tipo de sabores, sabores que los otorga la naturaleza y el entorno ecológico de cada lugar; que practicamente están relacionados siempre con la altura, la latitud, la temperatura de cada región y hoy en día por todo el desarrollo de la cultura del café de especialidad, tambien están sujetos o derivados de los procesos, así como de las prácticas y conocimientos de los productores. Pero bueno como diría el mismo autor de este artículo: Vamos al grano.

Por: Hugo Sabogal para El Tiempo.

https://www.eltiempo.com/cultura/gastronomia/conceptos-basicos-para-conocer-las-variedades-del-cafe-en-colombia-550246

Para muchísimos colombianos –hijos de un país dependiente de la caficultura–, apreciar cafés es un asunto que, paradójicamente, les resulta esquivo. Evitan leer las descripciones de producto en cajas y etiquetas porque las encuentran cargadas de nombres desconocidos, menciones a variedades nunca memorizadas, anotaciones sobre alturas y procesos productivos, y recomendaciones de accesorios poco asequibles. Hablamos de millones de personas que solo quieren tomarse un ‘cafecito rico’, y nada más.

No hay que darse por vencido, especialmente ahora que la pandemia nos obliga a estar mejor enterados. Vamos a aprender a distinguir las variedades y los orígenes colombianos más ofertados. Todo lo que hay que hacer es captar algunos conceptos básicos y nada más. Prometo que vale la pena. Colombia es uno de los países con mayor diversidad geográfica y climática para producir cafés de talla mundial, y sería injusto seguir dándoles la espalda.

Empiezo por echar mano de un aprendizaje asimilado por muchos lectores: el del vino. Si pensamos en un tinto, seguramente estamos familiarizados con variedades de uva como Malbec y Cabernet Sauvignon; y también con reconocidos orígenes, como Argentina, Chile, Francia o España. Sucede igual con el café.

Pero no hay que darse por vencido, especialmente ahora que la pandemia nos obliga a estar mejor enterados. Vamos a aprender a distinguir las variedades y los orígenes colombianos más ofertados. Todo lo que hay que hacer es captar algunos conceptos básicos y nada más. Prometo que vale la pena. Colombia es uno de los países con mayor diversidad geográfica y climática para producir cafés de talla mundial, y sería injusto seguir dándoles la espalda.

Empiezo por echar mano de un aprendizaje asimilado por muchos lectores: el del vino. Si pensamos en un tinto, seguramente estamos familiarizados con variedades de uva como Malbec y Cabernet Sauvignon; y también con reconocidos orígenes, como Argentina, Chile, Francia o España. Sucede igual con el café.

Antes de iniciar, conviene señalar que los cafés más selectos –no los corrientes y de bajo precio– se caracterizan por tener un común denominador: son suaves, equilibrados, con cuerpo medio y sedoso, niveles de acidez media o media alta, limpios en taza y siempre refrescantes en el paladar. Es el estilo que miles de consumidores en el mundo han aprendido a valorar y a querer.

La caficultura colombiana utiliza granos procedentes de la especie Arábiga, la más noble dentro de las 120 castas identificadas hasta ahora. Solo otra, la Canéfora o Robusta, sirve para elaborar cafés de consumo, pero intensos y amargos, y con una mayor descarga de cafeína.

La Arábiga siempre se lucirá en un territorio de tres cordilleras. El hecho es que entre los 800 m. s. n. m. y los 2.000 m. s. n. m., las plantas y los frutos maduran más lentamente, dotando a los granos de atractivas fragancias, aromas y sabores. Igual que ocurre en el vino.

Las jarras con cuello de ganso permiten tener un chorro de agua delgado y controlado a la hora de preparar el café. Foto:  JANNIS BRANDT. UNSPLASH

En términos de elaboración, el producto nacional, casi en su totalidad, se somete al beneficio húmedo, es decir, al lavado del grano después del despulpe. Este proceso eleva la consabida sensación de suavidad. En los últimos diez años, sin embargo, ha resurgido el proceso natural (beneficio seco), consistente en mantener la semilla dentro de la cereza, con todo y mucílago. Este método arroja cafés frutados, acaramelados y vinosos. Igual sucede con el proceso de los honeys (amarillo, rojo y negro), que elimina la cáscara, pero mantiene el mucílago.

Los caficultores colombianos trabajan, en su mayoría, con dos grupos de arábigas: las ancestrales –presentes en el país desde 1730– y las híbridas, cuya creación obedece a la necesidad de proteger los cultivos locales contra los estragos de la roya. La entidad responsable, el Centro de Investigación del Café, Cenicafé, es líder mundial en la materia.

El compuesto protector es el Híbrido de Timor, cruce natural entre Arábiga y Robusta, descubierto en Timor Oriental, isla vecina de Australia. La Robusta brinda resistencia a la roya, así como a las variedades que la contienen. Aunque los cultivadores colombianos están probando suerte con otras arábigas, las siete que cito enseguida dan origen a la mayoría de nuestros cafés de calidad: Típica, Caturra, Colombia, Bourbon, Megarogipe, Tabi y Castillo. Cada una aporta características que enaltecen el clásico estilo colombiano. (Variedades).

Otro elemento clave es el lugar de origen. En términos generales, el territorio cafetero se divide en tres grandes zonas: norte, centro y sur. (Orígenes). Años atrás, Antioquia, Quindío y Caldas encabezaban el grupo de la alta calidad. Pero la explosión mundial de los cafés especiales y la ampliación de la frontera cafetera facilitó el ascenso de Nariño, Cauca, Huila, Tolima, Sierra Nevada y Santander. No pueden perderse de vista, por supuesto, otras valiosas regiones como Cundinamarca, norte del Valle y, últimamente, Meta.

A la hora de comprar este tipo de cafés –en grano, obviamente–, conviene fijarse en el tipo y fecha del tueste. El nivel intermedio es el más ajustado al perfil de los arábigos colombianos. Y lo ideal, por otro lado, es comprarlos dentro de los tres primeros meses de haber sido tostados. Más allá, el grano inicia su descenso. Y en cuanto al café molido, su vida útil es significativamente más corta, porque, a diferencia del vino, el café es perecedero.

En definitiva, no se precisa tener un conocimiento desbordado para descubrir y disfrutar los cafés colombianos. Esta breve síntesis permitirá salir a su encuentro, ahora que conocemos sus nombres y apellidos. Figurativamente hablando, por supuesto.

Variedades y perfiles en taza Ancestrales

  1. Típica
    Presente en Colombia desde 1730, traída por los misioneros jesuitas.
    En taza: buen cuerpo, acidez ligera y marcado dulzor natural. Es suave y elegante.
  2. Bourbon
    Mutación natural de la Típica. Se introdujo en Colombia desde Brasil.
    En taza: Acidez vivaz y agradable, y dulzor acaramelado. Muy equilibrado.
  3. Caturra
    Mutación natural de la Bourbon. También se introdujo en Colombia desde Brasil.
    En taza: Cuerpo medio y agradables sensaciones cítricas. Portadora de gran suavidad.

Maragogipe
Mutación natural de la Típica. Se descubrió en Brasil. Presenta granos de gran tamaño.
1. En taza: Acidez cítrica, con sensaciones a miel

Híbridas

  1. Colombia
    Cruce de Caturra e Híbrido de Timor.
    En taza: Buen cuerpo, acidez media-alta, agradables sensaciones a frutos rojos.
  2. Tabi
    Cruce de Típica y Bourbon con Híbrido de Timor. Lanzada en 2002.
    En taza: cuerpo ligero y acidez cítrica.
  3. Castillo
    Caturra e Híbrido de Timor. Se adapta a las condiciones de producción en Colombia.
    En taza: Muy suave, con agradable acidez cítrica.

Orígenes

  1. Zona norte (La Guajira, Magdalena, Cesar, Bolívar, Norte de Santander, Santander, Antioquia, Chocó): acidez baja y buen cuerpo. En Antioquia hay mayores niveles de acidez y fragancia.
  2. Zona centro (Caldas, Risaralda, Quindío, Valle del Cauca, Boyacá, Casanare, Cundinamarca, Tolima): cafés equilibrados, de gran fragancia, con acidez media y cuerpo medio.
  3. Zona sur (Meta, Cauca, Huila, Nariño, Caquetá, Putumayo): acidez alta y gran riqueza aromática y gustativa. Meta presenta una acidez menor.

Fragancia y aroma: Fragancia se refiere a los olores del café recién molido; aroma, a los compuestos volátiles en taza.

Las tostadoras de café como tabla de salvación ante la pandemia

Hoy puedo corroborar que mi visión sobre el papel e importancia de las tostadoras de café, para el afianzamiento de la cultura de consumo de café especial, no era equivocado.

La crisis producida por el coronavirus en  el sector gastronómico de tiendas y cafeterías dejó sin empresa y trabajo a muchos emprendedores y profesionales del sector, a nivel mundial se quebraron y cerraron no solo tiendas y cafeterías recién posicionadas, sino también sitios clásicos o de mucha tradición;  pero todo aquel que contaba dentro de su propuesta y negocio con una planta pequeña  o grande de tostión, logró salvarse.

La imagen puede contener: planta, texto que dice "BUHLER LA TRINIDAD TRINIDAD SELVA ACOPAZ CEDRAL EL DIAMANTE SECORDCm LA QUINTA CAMPOE FLECHAS SANTANDER TIO CONEJC MANIZALES, FAMILIA STELLANOS LANOS SUAREZ NOTAS.DEL GUTASDEL CATADOR Aroma e"

Ofertas de Varietale Café en tiempos del covid19

A la tarea de tostar café se fueron sumando el mejoramiento de los empaques, la información puntual de cada café en las etiquetas y por supuesto la importancia de registrar y proteger las marcas, así como la estratégia de la venta a domicilio, comenzó por establecer, consolidar y ampliar la base de datos de la propia clientela, apoyados en equipos de marketing e internet.

Si bien la base de toda esta nueva cultura de cafés de especialidad, sigue siendo el varietal, su productor y el orígen, la tostión es la «cocina» que conquista, el tostador tiene en sus manos la posibilidad de ampliar la base del consumo, con nuevas propuestas de valor por tazas mejoradas.  Como dijó Alvaro Peláez en la páginas iniciales del Manual para tostadores, cuya introducción quiero volver a compartir en esta nota:

¡El maestro tostador debe combinar el conocimiento científico con el arte y lograr al tostar el café una verdadera sinfonía que haga “chorrear babas” a Beethoven y delirar a Mozart!

Aspectos gráficos y participación en el taller sobre tostión y catación que se realizo en su momento en VarietaleCafé de Bogotá, donde surgió la necesidad de lanzar un Manual que sirviera de herramienta al tostador.

BREVE RESEÑA DEL MANUAL PARA TOSTADORES

Foto de la parte interna del Manual para tostadores

En octubre de 2017 se llevó a cabo en Bogotá un taller teó­rico práctico de entrenamiento a tostadores, en la microplanta y tostadora de Varietale Café, donde conversábamos con Álvaro Pe­láez* sobre la necesidad e importancia de editar un manual sobre la tostión del café, en un libro, folleto o documento en español, que fuera sencillo, práctico y económico para ofrecerlo online o impreso; aprovechando, por una parte, la vasta experiencia de el como maestro tostador y su pasión por la química, y, por otra, mi experiencia como diseñador gráfico y editorial. A su vez invi­tamos a participar a otro asistente a este taller, Arkadiy Chernov, técnico de aviación, apasionado y nobel tostador de origen ruso, que conocí durante mi estadía en Buenos Aires, cuando fuimos a capacitar baristas y propietarios de tiendas de café.

Las tareas fueron repartidas y a mí me correspondió la presentación y motivación del libro a los nuevos tostadores, prologan­do y describiendo mi experiencia como tostador artesanal en Colombia. De antemano pido disculpas por lo extenso de mi re­lato, esperando simplemente ser un motivador hacia ese campo mágico del café. No pretendo más que acompañar y divulgar las enseñanzas y experiencias de un experto maestro en el arte de la correcta tostión.

Durante el tiempo en que he estado dedicado al café, he visto muchas tiendas y cafeterías abrir y cerrar sus puertas, pero pocas plantas o tostadoras he visto claudicar. Tostar café apasiona y el amor por el café es correspondido.

Perfil de un artesano tostador.

No puedo decir que toda la vida haya sido un gran madrugador, pero hoy, gracias a los cafés de especialidad y a mi esposa que se levanta como un relojito cada mañana y hace sonar el molino eléctrico, despertándome sí o sí a tomar el primer café del día en una pequeña prensa francesa, que terminó siendo la preferida para preparar café cuando se nos agotaban los filtros de papel. A partir de allí comienza la charla sobre el café. Con mi esposa empezamos a hablar y comparar los que nos tomamos en días pasados, en otras mañanas, en otras cafeteras, con otros méto­dos. Hablamos del aroma, del sabor, del cuerpo (no el de ella, ni el mío), de la molienda, de si fue mucha agua, o si fue poca, si la tostión, si el origen etc.; o si nos gustó más o menos el de ayer o de hoy; eso sí, siempre con el punto en común de haberlos disfru­tado todos, pues cada taza de café es una experiencia diferente.

Son ya más de 18 años en que por primera vez me interesé por el mundo de los cafés especiales, al observar la tostadora que una vecina tenía cerca de mi empresa de artes gráficas y donde convidaba a mis amigos y clientes a tomar café. Por lo general, las conversaciones terminaban siendo sobre la máquina tostadora, sobre la tienda, sobre el aroma que disfrutábamos cada vez que brotaba la tanda o bache respectivo en esta tienda de Chapinero (Bogotá – Colombia). Hablábamos, además, del olor a pan recién horneado que me fascinaba, pero no dejaba de pensar en la tos­tadora y negocio artesanal que particularmente me atraía tanto, Llegué al punto de fastidiar a los dueños para que me dijeran si el negocio o la máquina estaban en venta. Hoy entiendo sus celos.

La tostadora (Probat), que tantas veces en esta tienda vi trabajan­do y que románticamente comparaba con una linda locomotora, finalmente nunca la vendieron. Aún paso por allí y me sigue co­queteando. Lo que no sabía en ese momento era que el dueño de este lugar fabricaba máquinas y equipos para laboratorios de café y estaba innovando con una tostadora de lecho fluido, con un diseño y presentación modernos, que pretendía ser la vedette de una franquicia que se lanzaría en promoción en la Feria Cafete­ra de Armenia entrando el año 2000. Hasta allí fui a parar detrás de esta máquina, con su fabricante y un par de amigos que apo­yaban mi nuevo proyecto cafetero.

Recuerdos de las tostiones en lecho fluido de la tostadora Quantik, que fue la vedette de la franquicia Kaldivia Café.

Al regresar de esta feria, traía el sueño y la idea de abrir mi propia tienda de café, inspirado en el Willys de la zona cafetera; además había logrado comprar la primera máquina tostadora de lecho fluido que mi vecino no vendió en la feria. Era para mí el ícono o estrella de la tienda que abriría en el sector financiero de Bo­gotá y que llamaría Willys Coffee. Para muchos que se inician en el mundo del café, o que abren tiendas cafeteras la máquina de espresso es su “gran conquista”, o su gran amor, como para mí lo fue la tostadora.

Hoy confieso que mi “amor a primera vista” en últimas no me defraudó, pues fue la puerta al conocimiento de los cafés de es­pecialidad. Aunque tenía muchas fallas y debilidades, me fue en­señando a dominarla, fui aprendiendo a reconocer los defectos de las materias primas que tostaba, y los atributos, cuando daba con la tostión correcta. Comencé tostando dos o tres veces a la sema­na y luego a diario, hasta cuando comenzó a fallar y fue necesario regresarla a su productor para que la arreglara y corrigiera sus fallas eléctricas.

Para esta época, la producción de esta máquina se hacía en serie y hacía parte del concepto de la franquicia que se promocionaba en Bogotá, argumento que utilizó este fabricante, para no devol­verme la máquina y, en su lugar entregarme una más pequeña, pero convencional – cosa que acepté para no convertir en pleito nuestra amistad -. Paralelo al viaje sin regreso de la tostadora, Willys Coffee, por problemas de ubicación, cerró sus puertas. Todo el equipaje y menaje de la tienda fue a parar a las bodegas de lo que un día fue mi editorial, lugar que adaptamos con la ayuda de familiares, colegas, amantes del café y personal cesante de Willys Coffee para dar inicio a la escuela de capacita­ción con todo el conocimiento que nos había generado los dos años de estar tostando, catando y preparando café en este lugar.

Diseño de empaque de una marca que me dió grandes satisfacciones.

La pequeña tostadora que recibí en compensación a la de lecho fluido se hizo importante, gracias a la clientela que me dejaba el Willys Coffee y que no me abandonaba porque ya estaba habitua­da a mi tostión. Estos mismos adquirían el café para el consumo en sus casas y negocios, y se interesaban por aprender todos los pormenores del grano y su proceso.

Para el año 2003 surgió el primer grupo con en el que traba­jé compartiendo conocimientos y enseñando sobre esta pasión que hasta el sol de hoy no termina, al que llamamos Grupo Café Colombia, con quienes hicimos los primeros pinos como edu­cadores, posteriormente, nació la Escuela Colombiana del Café apoyado por Ismael Vanegas, quién es pionero en fabricación de tostadoras y cafeteras en Bogotá, quien al cabo de unos años de­cidió continuar con la fabricación de estas y dejar la academia. La Escuela Colombiana del Café se convirtió finalmente en Educafés.

Logotipo que se utilizó en toda la vajilla de cerámica que durante varios años nos acompañó, tanto en cursos de catación y tostión, como en los talleres para baristas.

El papel de la tostadora como eje central seguía siendo de gran importancia, tanto para el desarrollo de la escuela, como para la solicitud de pedidos y venta de café que crecía considerablemen­te. Esto nos llevó a vender la tostadora a una alumna que abrió su negocio en el barrio colonial de la Candelaria e ingresó una tostadora de mayor capacidad que fue aportada por Ismael Vane­gas, de Café y Equipos, con el fin de brindar clases de tostión y catación. Fue el atractivo e icono de la escuela, y sirvió, además, para asesorar y entrenar a quienes deseaban montar sus propias plantas tostadoras en diversos formatos.

La diferencia entre la tostadora de lecho fluido y esta nueva tosta­dora era significativa pues los nuevos controles digitales instala­dos facilitaban la tarea. Ya para esta etapa hablábamos de manejo de temperaturas, de termo cuplas, de cierre o apertura del aire, de tiempos de tostión, de conducción, de convención y la curva, conceptos que ya empezaban a dibujarse en los cursos básicos que ofrecíamos.

Con la tostadora producida por Café y equipos, se iniciaron muchos tostadores en los primeros curso que ofrecimos desde el año 2003.

Con la tostadora construida por Ismael Vanegas para la Escuela Colombiana del Café, se ofrecieron los primeros cursos de tostión y catación alternados con los cursos que ya se brindaban sobre montaje de tiendas de café y preparación profesional o barismo. Estos cursos comenzaron a interesar no solo a propietarios de tiendas, nuevos baristas y catadores profesionales, sino también a caficultores que sabían cómo el valor agregado podía ayudar al desarrollo y crecimiento de sus proyectos. Fueron cinco años don­de vimos surgir a diario nuevas marcas y micro-tostadores por todas las regiones del país.

Hacia finales del año 2013 se realizó en Bogotá la Feria de Cafés Expoespeciales, donde junto con Abel Calderón, entusiasta em­prendedor y alumno de varios cursos, unimos esfuerzos para ad­quirir la mejor maquina tostadora que llegaba a este importante evento: una tostadora que combinaba las dos formas tradiciona­les de tostar: – conducción y convención – y brindaba además la posibilidad de almacenar datos, recetas y perfiles de cada proce­so.

Foto de la reseña que hicimos con Abel Calderón, cuando se legalizó la compra en la planta de la empresa Bhuler de Bogotá

Ya para esta época habíamos dictado varios talleres y cursos de tostión con la tostadora nacional hecha por Café y Equipos; así que, con gran tristeza, la desarmamos y vendimos para dar es­pacio a la nueva conquista: la tostadora Buhler T20. El pequeño local se vistió de gala y se creció con el ingreso de esta máquina. La escuela cambiaba de nombre y de tostadora, atrayendo a nue­vos alumnos entusiasmados por los cursos que empezábamos a dictar junto a la empresa Bhuler. Tres nuevas máquinas vendió esta compañía en Colombia, gracias a los cursos que se ofrecían por parte de Educafés. Se empezó a hablar de perfiles, de curvas, de controles y de cuidados en la primera crepitación, de la tostión ideal para los cafés especiales y varietales de lujo, de las reaccio­nes de Maillard, de lo endotérmico y de lo exotérmico. El lenguaje del tostador se estaba enriqueciendo y sofisticando.

Nadie que visite Seattle y tenga interés en el café podrá dejar de visitar la planta de Stabucks.

Entusiasmados por la compra de esta tostadora, partimos con Abel Calderón hacia la feria de Cafés Especiales de Seattle, que se realizaba en abril de 2014, y donde, luego de recorrer los stands, nos dimos a la tarea de visitar todas las tiendas destacadas de la ciudad donde nació Starbucks. Allí recorrimos las novedosas y modernas propuestas que le hacen competencia a Starbucks, surgiendo así la idea de volver a Colombia e instalar una tienda donde la tostadora fuera mostrada en una ‘urna de cristal’ y don­de el resto de la tienda girara en torno a ella.

Esta imágen es normal en muchas partes de Seattle. Muchas de las tiendas cuentan en su local con su propia tostadora de café.

Surgió, entonces, la necesidad de trasladar la tostadora y todos sus componentes para la nueva tienda de Varietale. La nueva plan­ta tostadora se instaló en un sector universitario de gran afluencia en Bogotá, convirtiéndose en vanguardia del proceso de tostión de micro-lotes, lugar de encuentro de profesionales y colegas del gremio. En este mismo lugar se programan los cursos y entrena­mientos para los nuevos tostadores y emprendedores cafeteros.

Hoy vemos cómo luego de casi dos décadas la tostión, el proceso y la calidad del café se configuran como toda una gran oportunidad de generación de empresa, de valor agregado y de posibilidad de hacer que todos los caficultores de Colombia sean reconocidos algún día como los mejores productores y tostadores del mejor café del mundo.

(Tomado del libro Manual para tostadores)