Luego de un vuelo tranquilo en avioneta sobre el mar caribe que demora 25 minutos desde la isla de San Andres, llegamos a la isla de Providencia, llamada antíguamente de una forma muy religiosa como la Divina Providencia, denóminada acertadamente hoy como el Jardín del Caribe, porque gracias a un programa turístico en las casas de los isleños, los jardines de estas posadas lucen muchas flores en todos sus entradas.
Fuimos contactados por Kathline Rankin a través de internet, quién requería nuestra capacitación y asesoría para la apertura de su coffee house en esta bella isla, servicios que ofrecemos también en nuestra web site. Desde el primer momento me sentí emocionado por la posibilidad de apoyar su proyecto y de paso volver a este lugar donde tenía buenos amigos, desde hace 25 años.
La primera tarea que aconseje a Kathline fué preparar la vajilla con la que trabajariamos en el entrenamiento de su grupo humano, trabajo que se hizo en Bogotá y luego formo parte del equipaje que llevariamos. Tazas de porcelana decoradas con su logo en todos los tamaños para usarse en la preparación de espressos, machiatos y capuccinos que se servirán próximamente en su negocio.
Kathline Rankin es una mujer isleña administradora de empresas y educadora con muchas tareas en la isla, pero que no impide lograr su sueño de abrir un coffee house en el edificio de entrada al principal muelle de la isla, donde funcionan las oficinas del catamarán que hace de transporte marítimo, lugar de paso obligado de todos los turistas que visitan la isla. Por varias generaciones ha sido el lugar de vivienda de su familia y hoy se proyecta como el punto de encuentro de todos los raizales (como llaman a los oriundos de la isla) y a todos los turistas que por fín podrán degustar un buen café en sus días de estancia.
El grupo de trabajo al servicio de la preparación profesional del café y de atención al cliente, así como aparecen en la imagen, son: Schirianny Bent, Silvy Miranda, Aisha Archbold y por supuesto la propietaria Kathline Rankin.
Fueron 3 días de entrenamiento con estas entusiastas isleñas, que absorbian las enseñanzas de Juan Carlos de una forma fácil y natural, como si el café ya hiciera parte de sus vidas.
Luego de la charla introductoria sobre la historia y los pormenores de la calidad a ser tenidos en cuenta para la diferenciación y éxito del negocio, se pasó muy rápidamente a trabajar en la práctica. Las ansias de probar cafe y aprender a prepararlo, no se hicieron esperar.
La máquina y los equipos nuevos con los que asumirán la labor fueron descritos con lujo de detalles, por el insructor Juan Carlos Triana para el buen uso y mantenimiento de todo el equipo de trabajo de Di Dak ( El Muelle). En próximos días Kathline recibirá además todo el equipo de panadería necesario, para proveerse directamente de buenos y deliciosos acompañamientos.
Los espressos, capuccinos, filtrados y granizados serán la fórmula para la conquista de este único y pionero establecimiento de Providencia, con acompañamientos que harán lamerse los dedos a los isleños y visitantes afortunados.
Tal vez «la Divina Providencia» nos trajo a brindar nuestros servicios y a compartir conocimientos con estas entusiastas mujeres isleñas y de paso premiarnos con unos días de descanso inolvidable.
Gracias a Kathline por toda la confianza, atenciones y buen trato, cuentas con nosotros eternamente.
Muchos éxitos!!!