Aliett Yanina Mendoza Alfonso, Danitza Hernandez Ramirez, Juan Francisco Mayorga Torres, Maria Dora Rojas Romero, Julio Cesar Sabogal Garcia, Juan Manuel Vargas Santana, Luz Deisy Torres Penagos, Sonia Tavera Caballero, Ever Alejandro Gómez, Manuel Felipe Campos Cristancho, Jharlim Camilo García Torres, Maria Alejandra Garcia Aguirre, Carolina Alejandra Cuervo Buitrago, aparecen orgullosos exhibiendo el certificado que los acredita como preparadores profesionales de café.
No importa para donde vayan, no importa donde monten su negocio, ni donde se realicen como grandes preparadores de café; lo más importante es ver cómo han comprendido que lo más valioso del nuevo enfoque en el negocio del café, es la calidad.
Y no estamos equivocados cuando decimos lo anterior, porque la experiencia y el enfoque que siempre expresamos en los cursos que ofrecemos, es el de la calidad. Calidad en en el café, en las materias primas, calidad en el servicio, calidad en equipos, tanto técnicos como humanos y ética profesional ante todo.
Acercar al alumno al origen, al productor, a la finca se ha vuelto una necesidad y un plus de la capacitación que ofrecemos. Andrés Ujueta quien es el encargado actualmente de esta visión del producto,se esmera día a día en introducir al alumno que se asiste a nuestra escuela de una forma clara y sencilla, hacia el reconocimiento de todos los factores de calidad de un café especial.
Luego comienza la práctica, comienza la emoción de acercar a los asistentes a la máquina, indicar a todos de cómo están compuestas, cómo deben ser tratadas, cuáles son sus dificultades y mantenimiento. Y de esto se encarga Juan Carlos Triana, que con más de 12 años de experiencia, sabe compartir con todos los secretos del buen café, del mejor espresso.
Al trabajar con los molinos se muestran las dificultades que una mal molienda puede representar y se enseña a manejar este elemento como parte fundamental de la buena erogación de la bebida. Armar, desarmar y comprender su mecánica es parte del ritual cotidiano del barista.
Y el entusiasmo aumenta cuando se aprende a preparar por parte de cada uno, el espresso y se empiezan a decorar los capuccinos.
Aunque se prepara toda la carta de la tienda especializada, estas dos bebidas se roban el show, convirtiéndose en la pasión por lograr hacer figuras y continuar luego aprendiendo las técnicas del arte latte. Son veinticuatro horas sumergidos en las técnicas de preparación del café y sus pormenores, pero sin embargo el tiempo es corto y habrá que dejar para otro taller el aprendizaje del diseño en capuccinos. Buena parte de este grupo viajará para Australia, Nueva Zelanda y otro lugar de Europa, con el empeño de encontrar trabajo en algún café y poder desarrollar las técnicas y las pautas que durante 3 días recibieron acá. Otros continuarán o acometerán sus emprendimientos, sabiendo que con la práctica se volverán maestros.
Nuestros mejores deseos para todos¡