No vayan a creer que se trata del western italiano ni de una película del oeste, corresponde a los cafés que durante dos días analizamos con un gran grupo en los talleres y paneles de los curso de catación, que se realizan en alianza con Varietale Café.
Y el papel del analista luego de un estudio cuidadoso, darle a cada uno «su papel», su destino, su mercado, como en el cine convertir a los buenos en «estrellas» y a los malos y a los feos «ponerlos en su lugar.
Todo asistente a los cursos de catación, debe además de clasificar las muestras, medir su humedad, trillar el pergamino, hacer una rigurosa inspección para determinar los defectos y clasificarlos. Una tarea que aunque engorrosa, termina por enseñar a determinar sus causas y resultados en taza.
Y siguiendo con nuestro guión, para darle el papel estelar al «bueno», tenemos que conocer al «malo y al feo». Cada cata, cada mesa montada, trae sus sorpresas; no siempre vemos notas y caras alegres…
Igualmente no siempre contamos con aprendices, como ocurrió en esta oportunidad donde tuvimos de todo. Catadores del Huila con experiencia de más de tres años, dueños de tienda que tuestan y prueban su café a diario, operario de trilladora que «creció entre las máquinas y caficultores empeñados en trabajar en todos los eslabones de la cadena productiva, hasta empresarios que proyectan exportar e importar adonde van a residir, gracias al café.
En la imagen muy atentos a la primera charla del instructor, vemos a ocho personas de los diez asistentes a este taller de iniciación: De izquierda a derecha: Gustavo Idarraga de Buga – Valle, Mauricio Galeano Cruz, de San Juan de Rioseco -Cundinamarca, Mario Fernando Gómez de Pitalito – Huila Julián Andrés Duque de Cali – Valle, Roxana Zárate de Quito – Ecuador, Oswaldo Balza de Venezuela, Alejandro Armero Cano de Rovira – Tolima y Alejandro Florez de Manizales – Caldas.
Para los dos días del taller se prepararon alrededor de 30 muestras de las que llegan a diario a Varietale, de las que ofrecen en la tienda y las que traían algunos de los asistentes para ser sometidas al examen y calificación del grupo.
Típicas, Colombian, Bourbones, Caturras, Castillos, San Bernardo, Robustas, Gheisas, Javas, cafés del consumo popular y hasta unas «buenas pasillas», como dijo quién la trajo, hicieron parte de la experiencia sensorial de estos nóveles o avezados catadores, que al final de cada sesión «a ciegas» con apreciaciones iniciales en la mayoría de los casos subjetivas, arriesgadas y hasta cómicas, llegaron luego a un consenso objetivo, descriptivo y valorado en planillas que cada uno asimilo de gran manera.
Una buena cata debe ser subjetiva y mucho mejor si es a ciega.s En ella se confrontarán nuestras evaluaciones con las de otros catadores para intentar definir conjuntamente las características del o de los cafés analizados. Ayudará al éxito de la cata, el seguir un orden riguroso en las normas establecidas y disponer del instrumental adecuado, sin improvisaciones que desvirtúen el proceso.
Cada sesión, cada panel de catación fue evaluado uno a uno con la participación de todos los asistentes, que muy seguramente y partir de este taller, pondrán en práctica todos los protocolos y normas para calificar y generar sus bases de datos. En la tienda, en la planta exportadora, en la finca, en cualquier lugar donde vayan sentirán la necesidad de montar su propio laboratorio, llevar sus estadísticas y organizar un protocolo diario de trabajo.
Oswaldo y Roxana empresarios y productores en Ecuador,San Marcos ubicada en Quito, no olvidaran su paso por Colombia, donde además del entrenamiento en catación recibido en Varietale Café, también tomaron con nosotros un taller de valoración en preparación de espressos, capuchinos y bebidas filtradas. Seguramente ampliarán su carta y los varietales a elegir al momento de tostar.
Edier Perdomo quién trabaja hace ya 3 años como analista de calidad en una compañía exportadora de Pitalito, junto a su amigo y socio Mario Fernando Gómez nos suministro 2 muestras que hicieron parte de las mesas, se fue plenamente convencido de acompañarnos nuevamente en el curso y entrenamiento que se realizará en el mes de Agosto, para optar por el título de catador Q Grader. El café de Pitalito fue uno de los «buenos», que se destacó como de gran potencial para exportación.
Y para finalizar la película los espero en la red social de facebook, donde compartiremos más imágenes de este y de otros talleres y capacitaciones.
https://www.facebook.com/educafescolombia
Gracias totales!!
Fue una excelente experiencia, aprendí muchos temas, se aclararon dudas y se dio el primer paso para un camino largo en lo que es el café, una pasión de la cual hay mucho que aprender y cada persona tiene una enseñanza para darnos.
El taller fue muy bueno, la actitud de los instructores fue la mejor, el conocimiento ni se diga, mucho, falto tiempo, lo recomiendo y en espera del siguiente nivel.
Alejandro Armero
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Gracias Alejandro y tenlo por seguro que seguiremos en contacto.
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