Mientras en Buenos Aires el lunes pasado iniciábamos u nuevo ciclo de cursos, en Bogotá concluíamos con un taller de Arte Latte, la capacitación y entrenamiento para unos alumnos que comienzan el viaje del café.
A Full City Coffee House acudieron personas interesadas en aprender todos los secretos de la preparación de un buen espresso y enterarse de toda la actividad que hace parte del día a día del barista. Algunos son clientes y amigos del lugar, algunos son turistas y/o profesionales a quiénes el mundo del café apasiona, algunos tienen ya en mente abrir su propia tienda.
Y cuando hablamos de trabajo en barra, como se llama en realidad el trabajo del Barista, (que debía mejor llamarse Barrista), nadie como Daniel Borrás (primero a la izquierda) para transmitir sus conocimientos y experiencias al frente de su sitio en Full City.
Cuando Daniel explica los pormenores de su trabajo, enseña con claridad y de una forma sencilla va conduciendo a los participantes hacia el espresso perfecto y motiva a todos a la creación de diseños con su talento en el arte latte.
Así como Daniel en Buenos Aires asume su papel de instructor con seriedad y dedicación entregando sus conocimientos cada lunes que se abren las clases, en Bogotá el barista profesional Juan Carlos Triana hace lo propio con los alumnos que dirige en las tiendas que se han aliado a Educafes, brindando sus sitios para dar capacitación, como en este caso que se realizó en la moderna tienda de «Cada Loco con su tema», del sector financiero de Bogotá.
Cinco nuevos baristas que durante 3 días continuos fueron adquiriendo destreza hasta llegar a preparar sus propios capuccinos con diseño y presentación envidiable. Camilo Devia Castro, Laura Ramírez Fernández, Karen Lorena Penagos, María Carolina Martínez y Samuel Tobón Castaño, acompañados de Juan Carlos Triana lucen sus certificados que los acreditan como baristas amateur, con la perspectiva de grandes profesionales.
Karen Lorena Penagos a quién desde que conocimos como coordinadora en Procolombia, se le había metido en la cabeza la idea de llevar como «herramienta de trabajo», a su viaje a Australia, donde recibirá un doctorado, que planea financiar trabajando en una tienda de café. Cuando pudo hacer por primera vez un buen capuccino, con diseño propio, seguramente se sintió más segura.
Tal vez el certificado pase a decorar una pared de apartamento o de tienda de café, pero lo que reflejará un conocimiento y destreza, definitivamente es la correcta preparación de un espresso y la presentación de un delicioso capuccino o un «flat white» de campeonato.
Así como esta nueva generación de preparadores profesionales del café, muestran con orgullo sus bebidas, igual nos sentimos quienes participamos en este nuevo periplo, que brindan en todo el mundo los cafés de especialidad.
Llevar a la mesa de los clientes de Buenos Aires y de Bogotá, es una misión que nos gusta acometer y todos los «egresados» de nuestros talleres, se convierten en amigos que por lejos que llegan, nos comparten y comunican sus logros.
Enhorabuena para todos ellos…brindamos con esta linda imagen lograda por uno de ellos en nuestro último taller de Bogotá.